martes, 19 de mayo de 2009

la visita del papa a israel

La visita del Papa a Israel



En medio de su gira por Medio Oriente, una ola de críticas recayó sobre Benedicto XVI a su paso por Israel: fue acusado de no haber condenado en forma clara y contundente el Holocausto, lo que volvió a reflotar los fantasmas del pasado del Papa y su paso por las juventudes hitlerianas.

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El Papa siguiendo la costumbre judía de colocar un papel con deseos en el sitio más sagrado del judaísmo, el Muro de los Lamentos, ubicado en Jerusalem, capital israelí.

El Pontífice fue blanco de fuertes cuestionamientos porque no mencionó en su discurso en Iad Vashem a los alemanes, o al régimen nazi.

Video: Discurso del Papa en Iad Vashem
[En inglés, subtitulado en hebreo]

El director de la sala de prensa del Vaticano niega y luego se corrige

La tormenta terminó de estallar cuando, sin que nadie le preguntara al respecto, Lombardi, director de la sala de prensa del Vaticano, retó a los periodistas por haber escrito en sus artículos que el Papa había pertenecido a las juventudes hitlerianas. “El Papa nunca, nunca, nunca, estuvo en las juventudes hitlerianas, que era un cuerpo de voluntarios fanáticos”, dijo. “El Papa era un seminarista que estudiaba teología, tenía 16 años y fue obligado a enrolarse en un cuerpo auxiliar para la defensa aérea, algo que no tenía nada que ver con las juventudes hitlerianas”, agregó, indignado.
“Hay que decir la verdad, no falsedades”, remató, para exhortar luego a los periodistas a que se informaran mejor y leyeran la autobiografía del Papa.
Poco después, el propio Lombardi, protagonista de una nueva metida de pata histórica del Vaticano, debió corregirse. Hubo expertos en el tema que, de hecho, le recordaron que fue el mismo Ratzinger quien admitió haber pertenecido a las juventudes hitlerianas en el libro “Sal de la Tierra”, basado en una entrevista de 1997 del entonces cardenal Ratzinger con un periodista alemán.
“El fue enrolado involuntariamente en las juventudes hitlerianas. Pero no tuvo una participación activa. Las juventudes hitlerianas no fueron una experiencia significativa en su vida porque no fue un participante activo. Fue algo que tuvo que hacer”, admitió luego Lombardi.
Pero el daño ya estaba hecho. En Israel, donde los judíos lograron su independencia en 1948 bajo la sombra del exterminio de 6 millones de integrantes de su pueblo, la accidentada defensa del Vaticano no hizo más que aumentar la polémica sobre la falta de tacto del poco carismático Ratzinger y de todo su entorno sobre un tema altamente sensible.

Presidente del Parlamento israelí se mostró distante

El presidente del Parlamento israelí, Reuven Rivlin, que no estuvo en varias otras ceremonias oficiales debido a su “malestar” por la presencia de un ex miembro de las juventudes hitlerianas, acusó a Benedicto XVI de haberse mostrado en Iad Vashem muy lejano al sufrimiento judío durante el Holocausto.
“No fui al memorial para oír una descripción histórica del Papa sobre los hechos comprobados del Holocausto, sino con la esperanza de que pediría perdón por nuestra tragedia, debida principalmente a los alemanes y a la Iglesia. Desgraciadamente, no hubo nada de eso”, dijo Rivlin.
Aunque a Benedicto XVI se lo vio muy emocionado al prender la llama de la memoria en Iad Vashem, y a pesar de que incluso habló y les estrechó las manos a seis sobrevivientes del Holocausto, para los israelíes, el Pontífice tuvo una actitud demasiado distante y palabras no tan categóricas sobre la matanza de millones de judíos.

Avaricia verbal

En Iad Vashem, el Papa dijo que el sufrimiento de los millones de judíos “no podrá ser jamás negado, disminuido u olvidado”, y habló del grito de las víctimas “que aún retumba en nuestros corazones”.
Pero no alcanzó. El martes todos los diarios israelíes publicaron en sus portadas grandes títulos catastrófe por lo que consideraron una decepcionante performance del Papa en Iad Vashem, uno de los momentos más esperados de esta visita cada vez más compleja.
“Decepción en Israel por el discurso del Pontífice en Iad Vashem” tituló el diario Haaretz. “El discurso decepcionante”, afirmó el periódico Maariv. “La ocasión perdida del Pontífice”, señaló Iediot Ajaronot. En las páginas del Haaretz, el historiador Tom Seguev criticó la “avaricia verbal” del Papa, “que habló de judíos muertos como si hubieran sido víctimas de un desagradable accidente de tránsito”.
El Papa, que este año ofendió al mundo judío con su decisión de levantar la excomunión a un obispo que negaba el Holocausto, y que es criticado por su deseo de beatificar a Pío XII, culpable para muchos de haber callado ante las atrocidades del régimen nazi, evidentemente está lejos de conquistar al pueblo judío, como hizo Juan Pablo II en 2000.
“Se perdió una oportunidad histórica”, lamentó Israel Lau, ex gran rabino de Israel y sobreviviente del Holocausto. A diferencia de Juan Pablo II, Benedicto XVI no empleó la palabra “asesinato” al hablar de las seis millones de víctimas del Holocausto, sino que dijo que “murieron”, se quejó Lau, para destacar que los asesinos no fueron llamados por su nombre en el mensaje.

Religioso musulmán provoca incidente

Ocurrió en un encuentro con organizaciones del diálogo interreligioso en Jerusalem. El jeque Taysir Tamimi, jefe judicial en las cortes religiosas en Cisjordania y Gaza, tomó el micrófono al final de la reunión y empezó a criticar a Israel. El jeque llamó a cristianos y musulmanes a trabajar juntos contra el Estado judío.
“Su Santidad el Papa, lo insto a condenar estos crímenes en nombre de Dios y presionar al gobierno israelí a detener su agresión contra el pueblo palestino”, afirmó.
Fue entonces cuando el patriarca latino Twal intentó sin éxito que Tamimi dejara de hablar. Aunque algunas personas en la sala aplaudieron las declaraciones, otros parecieron visiblemente incómodos.
El encuentro, al que asistieron religiosos judíos, cristianos y musulmanes, terminó tras el discurso de Tamimi.
El discurso del musulmán no estaba previsto por los organizadores, afirmó el portavoz del Vaticano Federico Lombardi, y agregó que fue un mal ejemplo en un diálogo dedicado al encuentro entre las religiones. Benedicto llamó en su discurso a no considerar las diferencias de opinión entre las religiones como “fuente inevitable de tensiones”.
Las declaraciones fueron “una negación directa de lo que debe ser el diálogo”, señaló el portavoz papal.
Por su parte, “Israel lamenta la actitud del jefe del juzgado de apelaciones palestino, Jeque Temimi, que aprovechó un encuentro interreligioso destinado a avanzar en el diálogo inter confesional y el entendimiento entre judíos, cristianos y musulmanes, para difamar públicamente a Israel y para criticar al ministro encargado de la visita papal, el titular de Turismo, Stas Mizasnicov”, expresó la cancillería israelí.
Según un comunicado, “la provocación del jeque hiere al Papa Benedicto XVI que vino a Tierra Santa a brindar paz y unión entre los pueblos de la región y sus fieles”.
Israel repudia los dichos del jeque, que en lugar de avanzar en la paz y coexistencia, destiló odio entre Israel y los palestinos y entre Israel, musulmanes y católicos.

El Papa se reunió con grandes rabinos de Israel

El martes, rabinos líderes de Israel expresaron ante el Papa Benedicto XVI que su tarea es difundir el mensaje de que “el pueblo judío pertenece a la Tierra de Israel”.
“Usted representa una gran nación de creyentes que conocen la Biblia, y es su deber difundir el mensaje de que el pueblo judío merece renacer, y también merece respeto. Merece vivir en esta tierra”, expresó el gran rabino sefaradí Shlomo Amar ante el Papa.
El Papa tuvo un encuentro con Amar y con el gran rabino ashkenazí Ioná Metzger en Jerusalem el día martes, durante el segundo día de su peregrinación.
En el encuentro, Benedicto XVI expresó que está comprometido con la reconciliación entre cristianos y judíos. Además dijo que reza para ayudar a que se cumpla el mandamiento de “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Por su parte, el rabino Metzger expresó que “Si este encuentro histórico entre el líder de la religión más grande del mundo y los líderes del judaísmo se hubiera dado años atrás, se hubiera evitado la muerte de tanta gente inocente”.

El Papa condenó la valla de Seguridad

“Aunque los muros pueden ser fácilmente construidos, todos sabemos que no duran para siempre. Estos pueden ser derribados”.
En la jornada más política de su gira por Tierra Santa, dedicada a los palestinos, el Papa condenó la valla de Seguridad construida por Israel a lo largo de más de 700 kilómetros, que definió como un “trágico” símbolo del “punto muerto al que han llegado los contactos entre israelíes y palestinos”.
Omitiendo toda referencia a las vidas israelíes que salva la Valla, a la que insistió en llamar “muro” cuando el sector de concreto es un pequeño porcentaje del total de la construcción, se pronunció contra la misma con una claridad tal que contrastó con su decepcionante discurso en el Museo del Holocausto, lo que contribuyó a aumentar las críticas que ya había cosechado en Israel.

Omisiones del Papa

El Papa omitió hablar del hostigamiento que sufren los cristianos en Cisjordania y en Gaza, de conversiones forzosas, o del acoso a medios palestinos por parte de radicales islámicos con la connivencia de las autoridades.

El primer embajador de Israel en el Vaticano rechazó las críticas a Benedicto XVI

El primer embajador israelí en el Vaticano, Samuel Hadas, se distanció de las fuertes críticas lanzadas contra Benedicto XVI y defendió la actitud que el Pontífice al condenar el antisemitismo, exigir que no se relativice el Holocausto y cargar contra los negacionista del exterminio que los nazi llevaron adelante durante la Segunda Guerra Mundial.

Hadas redobló la apuesta ante los cuestionamientos realizados al Santo Padre al considerar que “si hay una influencia espiritual y moral (en las conversaciones en Medio Oriente), entonces la visita del Papa será positiva para el proceso de paz”. Respecto de la polémica que se desató luego de la visita de Benedicto XVI al Museo del Holocausto Iad Vashem, Hadas sostuvo que “se trató del discurso de un ideólogo con contenido académico, donde él presenta una dimensión didáctica del tema”. “Es evidente que a ese discurso le faltó sensibilidad. En eso coincido, aunque luego el Vaticano explicaría que el Papa no quiso incluir una dimensión personal, considerando el lugar y la importante dimensión del tema”.
Lo cierto es que tras el mensaje en Iad Vashem vinieron los reproches sobre la falta de sensibilidad y compasión del Pontífice, y además porque no expresó remordimiento por lo que hicieron sus compatriotas. “No comparto esta crítica porque no he olvidado lo que Benedicto XVI hizo apenas llegó a Israel: condenó en forma directa el antisemitismo, exigió que no se rebaje el horror del Holocausto, condenó a los negacionistas y rindió sentido homenaje a los 6 millones de judíos asesinados en la Shoá”, respondió Hadas.

El diplomático indicó que “fueron cálidas palabras, que evidentemente el Papa consideró que no era necesario reiterar en el Museo del Holocausto, pero por lo visto, las expectativas de los israelíes eran que allí él reiterara su condena al Holocausto, a los que lo cometieron y al antisemitismo”. Hadas también respaldó la declaración del vocero de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, quien rechazó que el Papa haya pertenecido a la juventud hitleriana y fue obligado a estar en la Wehrmacht (Fuerzas Armadas Alemanas).
En este sentido, el embajador israelí precisó que desde el Vaticano se indicó que Benedicto XVI “si estuvo en el ejército, fue en una unidad no combatiente y fue movilizado por la fuerza como todos en su momento”. Durante estos días de visita, Benedicto XVI reiteró la importancia de la reconciliación entre israelíes y palestinos, y expresó la necesidad de una solución justa al conflicto, con dos estados para dos pueblos. Respecto de este tema, Hadas apuntó que también “hubo duras críticas de la parte musulmana” e incluso indicó que “algunos líderes islámicos llamaron a boicotear la visita”.

“El Papa ha cruzado un campo minado con mucha cautela, intentando salir indemne. Pero es evidente que dejó algunos interrogantes. Es evidente la frustración y la decepción”, señaló el diplomático israelí. Hadas indicó que en lo personal las críticas a las palabras de Benedicto XVI “fueron exageradas, injustificadas y en algunos casos distorsionaron la realidad”. Pero consideró que “pese a los malentendidos que surgen, la actitud del Papa hacia el pueblo judío e Israel es muy positiva”.
No obstante, el embajador afirmó que “esa crítica, luego, se fue disipando porque la gente analizó su discurso con una mirada mucha más amplia. No se puede enjuiciar al Papa por palabras que faltaron” en Iad Vashem.

Para Hadas, “al Papa se le entrecruzaron las reivindicaciones nacionales palestinas, la necesidad de mejorar la relación de la Iglesia católica con el Islam y de llevar adelante el proceso de aproximación con el judaísmo que comenzó en 1965 con el Concilio Vaticano II”.

Respecto a este último punto, el entrevistado recordó que las relaciones entre la Santa Sede e Israel, que en un momento fueron definidas como “tortuosas y laberínticas”, estaban motivadas por un tema teológico y luego fueron derivándose a la política, hasta que se constituyó la relación entre Estados en 1994 que lo tuvo a Hadas como primer embajador israelí ante la Santa Sede.
Finalmente, Hadas recordó que al despedirse en el Aeropuerto Ben Gurión, el Papa “hizo una crítica seria al nazismo al que definió como ’un régimen sin Dios que hizo del antisemitismo una ideología’”.

[Infobae - La Nación - Telam - Desde Sefarad - Noti Israel]

http://noti.hebreos.net/enlinea/2009/05/19/4806/



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