La Fuerza del Hitbodedut: Plegaria del Corazón
¿Cuál es devoción que se cumple con el corazón? ¡La plegaria! Taanit 2a
התבודדות
En la estructura de las Diez Sefirot, Jesed (Bondad) hacia la derecha y Guevurá (Juicios) hacia la izquierda, vienen inmediatamente después de Biná . Biná, directamente por sobre Guevurá, es de hecho la fuente de todos los juicios, como en (Proverbios 8:14), Yo soy Biná; la fuerza [Guevurá] es mía. Más aún, sabemos que Biná está enraizada en el corazón, que se sitúa levemente hacia la izquierda del cuerpo (Zohar I, 10b; Likutey Moharán I, 41).
A partir de esto podemos comprender que Biná, como fuente de Guevurá (fuerza), indica que el corazón tiene un tremendo poder que, apropiadamente canalizado, es capaz de dirigir a la persona hacia Dios. El Rebe Najmán enseña así que cuando alguien despierta su corazón para servir a Dios, tanto la fuerza como los juicios (que se encuentran en el corazón) lo inspiran con cálidas palabras.
Conceptualmente, los juicios que uno enfrenta son los sufrimientos que uno debe soportar (por ejemplo, los problemas familiares, la confusión, las dudas, la adversidad. Estos juicios inspiran a la persona para que examine sus pensamientos y sus acciones, para ver si están enraizados en el bien o, HaShem no lo permita, en el mal. Una vez que ha contemplado la verdad de sus acciones, y se ha visto estimulado a cambiar su comportamiento, o bien sus buenas acciones lo han inspirado a realizar más actos buenos, puede entonces llorar ante HaShem, con cálidas palabras de plegaria y con absoluta verdad (Likutey Moharán I, 38:5; ver también ibid. 15:2). Este despertar del corazón en la plegaria mitiga los juicios, pues servir a al Eterno con verdad en el corazón revela la elección (es decir, el buen juicio y sinceridad) de los deseos de la persona. Sus palabras de verdad actúan como guía para llevarla por el sendero que finalmente aliviará sus sufrimientos. Así el acto de orar nos confiere el poder de traer al mundo abundante bondad y bienestar, lo opuesto al juicio (Likutey Moharán I, 45, 46).
El Rebe Najmán enseña que la plegaria es el medio más efectivo para alcanzar una revelación de Divinidad dentro del corazón. Esto explica por qué la plegaria de la Amidá (las Dieciocho Bendiciones) es recitada en silencio: porque expresa el más profundo anhelo del corazón, que es algo oculto (Likutey Moharán I, 49:2, 4).
Una de las más fuertes recomendaciones del Rebe Najmán consiste en aislarse en hitbodedut todos los días, sin falta. Hitbodedut es la expresión de las propias plegarias privadas y comunicación con El Eterno, dichas en un lugar apartado. Cada persona debe elegir un momento del día para reflexionar sobre sus actos pasados; debe meditar sobre su situación presente y orar por el futuro. El Rebe sugiere disponer de una hora diaria para este propósito, pero uno puede (y debería) comenzar con períodos más cortos de tiempo, incluso cinco o diez minutos y más tarde, al ir avanzando, aumentar el tiempo. Las plegarias que se recitan durante el hitbodedut deben ser expresadas en la lengua madre, pues (Likutey Moharán II, 120) al orar en la lengua madre, las plegarias fluyen más fácilmente desde el corazón.
En un sentido, practicar hitbodedut es también una manera de mitigar los juicios en el corazón. No hay nadie que no sienta confusión, frustración, ira y culpa, y rara vez la gente encuentra una manera de expresar esto sin herirse a sí misma o a los demás, que en la mayoría de los casos son las personas más cercanas. La prescripción que da el Rebe del hitbodedut, juzgándose uno mismo, así como los propios pensamientos y acciones, permite expresar estos sentimientos de una manera segura y positiva.
Así enseñó el Rebe Najmán:
El corazón es la fuente del juicio. La práctica del hitbodedut rectifica el corazón; ella establece el sentido adecuado del juicio dentro de la persona, al tiempo que reduce su potencial para el mal (Likutey Moharán I, 59:2).
Esta forma de plegaria es un poderoso instrumento que ayuda a alcanzar la espiritualidad. Permite que el individuo le exprese a El Eterno todo aquello que le pesa en el corazón, sus sentimientos más profundos: su dolor, su alegría, su agradecimiento, su pena todo aquello que se acumula en el corazón. A través del hitbodedut, la persona puede recolectar sus pensamientos, confrontarse a sí misma de manera directa y analizar su rutina diaria. Puede juzgar sus actos pasados, determinar su situación actual y prever su futuro. Y más importante aún, a través del hitbodedut puede articular estos pensamientos en una plegaria ante El Eterno.
El hitbodedut es una poderosa forma de auto expresión que no conlleva el sentimiento de verguenza que se experimenta al confesarle las faltas a otra persona. El hitbodedut ayuda a eliminar las frustraciones que surgen de la presión de las emociones, sin tener dónde descargarlas. Dios está siempre intimamente cerca, pues El reside en nuestro corazón dentro de nuestro espacio vacío. Y El Eterno siempre escucha.
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