jueves, 4 de diciembre de 2008

¿que es la verdad?

¿Que es la Verdad?

Ecrito por Eszter Orbán

Hemos ya todos preguntado este por lo menos una vez en nuestra vida. Desde los tiempos remotos, el hombre prueba a encontrar la respuesta a esta pregunta y a definir lo que es la verdad. Con la ayuda de todo tipo de métodos, de filosofías, de teologías, el ser humano intenta sin cesar comprender y definir esta cosa. De varios modos y bajo diferentes aspectos, las diferentes religiones tratan de dar una definición a esta palabra. Yo mismo, como judía que cree en Yeshua HaMasíaj, no puedo hacer nada otro que regresar a la fuente de donde proviene toda cosa. Aunque de un punto de vista cronológico humano, vamos ahora a hacer un salto detrás de varios milenarios en el pasado, debemos a pesar de todo saber que sin el conocimiento de nuestro pasado, nos es imposible comprender a nuestro presente y ver a nuestro futuro. La noción de la Verdad en el pensamiento judío: En hebreos, encontramos varios términos que definen la verdad (justicia) y estos términos también tienen otros significados. Estas palabras no son sin embargo los sinónimos unos de otros, como vamos a verlo en lo que sigue…
¡Examinemos estos términos un poco de más cerca!Emet – אמת :
Significados: Solidez, firmeza, estabilidad, durabilidad, realidad, fidelidadTzedek – ץדק :
Significados : verdadero, la verdad, correcto, legal, justo, legitimo, equitativo, victoria, salvaciónEmuna – אמונה:
Significados : verdad, justicia, rectitud, franqueza, firmeza, certeza, fidelidad, fe, confesión, testimonioPodemos observar que aunque los significados de estas tres palabras contienen cada vez el término verdad, a pesar de todo sus significados ulteriores les otorgan un papel y un funcionamiento diferente. Si examinamos sucesivamente en la Biblia, cuales son los lugares donde mencionan la verdad y cuales son los términos (hebreos originales) utilizados, realmente podemos observar a relaciones y a analogías muy profundas e interesantes… ¿Que quieren decir estos tres términos, y cómo la comunidad judía les utiliza y les concibe? Emet
En la Torah, este término aparece sólo una vez: cuando leemos a propósito de las 13 características del Eterno: « Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad … (en Emet) » (Exodo 34,6) ¡A lo largo del resto del Antiguo Testamento este término no aparece prácticamente más cuando se habla de verdad! Esto nos da a pensar un poco. ¿Cuál es la razón de esto? Si verificamos los otros significados de esta palabra, podemos ver que esta verdad se remite a la Verdad Absoluta, en otros términos, al Dios Eterno. Esta Verdad es el Eterno sí mismo. Nadie otro es autorizado a utilizar este nombre, a tocarlo o a expropiárselo. Esta Verdad es la Realidad sí misma, la firma e inquebrantable certeza. Los Judíos conocen la esencia y el mensaje de esta palabra. Saben que la Existencia no es más una existencia humana. Se trata aquí de esta dimensión espiritual de la Vida y de la Existencia de donde el hombre no puede apropiarse nada que sea sin endosar la pena de muerte al mismo tiempo. Porque realmente, la palabra Emet se constituye de las letras? א מ ת (Alef-mem-tav) del las cuáles si retiramos la primera, la letra א (Alef), nos queda מ (Mem) y ת (Tav), que no quiere decir otra cosa que muerte. Esto también nos recuerda el hecho de que si quienquiera trata de bajar lo que es espiritual al nivel humano psíquico y del alma, intentando reducir lo que es de Dios a algo material y palpable, deforma en seguida lo que es divino. Quita así la א (alef), ya que en el alfabeto hebreo, א (alef) es la primera letra, cuya valor es la más pequeña. Si retiramos la mínima cosa de lo que es divino utilizándolo a nuestros propios fines, Dios revoca automáticamente su Existencia de nosotros. Porque el que toca la Existencia no puede quedar en vida. Posiblemente podamos ahora entender la razón por la cual el pueblo de Israel no se atrevía a presentarse delante de Dios, sería sólo durante la peregrinación en el desierto, ya que sabían que ninguno mortal podría sobrevivir al encuentro con la Existencia misma. En una palabra, el cuerpo y el alma y todo lo que es pecador es incapaz de comprender el Espíritu. Por esta razón, sólo el justo es capaz de presentarse delante del Emet…La Verdad Absoluta es pues el Dios de la Existencia. En esta verdad, en este estado espiritual cuando el tiempo y el espacio acaban de existir y donde el Eterno es eterno... Vi, oí y leí muchas veces de ciertos grupos o comunidades que se pretenden ser mesiánicas y que otorgan el nombre Emet a sus comunidades o a sus sitios internet. ¡¡¡Que lamentable es que no conozcan el contenido espiritual de esta palabra y su raíz judía, así como las consecuencias de tal robo!!!... ¡¡¡Porque no podemos designar nada ni alguien con este nombre sólo al Dios Eterno!!! Tzedek
Después de haber definido el Eterno como siendo el Emet en Éxodo 34,6, es el término Tzedek que es utilizado en el resto de la Torah para definir la palabra justo-verdadero. En Levitico, Números y Deutéronomio, se hace mención muy a menudo de marchar en justicia, de actuar en verdad, de juzgar con rectitud, de seguir la justicia, etc. Cada vez, es la palabra Tzedek que es utilizada. ¿Pero por qué? Si miramos la palabra de poco más cerca, vemos que se trata en este caso de una verdad más activa. Es exactamente por esta razón que la palabra Tzadik, utilizada para cualificar al justo, cuyos actos son legítimos, deriva directamente de este término Tzedek. Esta verdad, este Tzedek es desde ahora la consecuencia del hecho de que la Verdad Absoluta, el Emet vive y entra en acción, pues se hizo Tzedek en mí. Entonces, ya que soy encerrada en un sobre físico, en un cuerpo humano, y que tanto que soy aquí sobre la tierra, no puedo vivir enteramente el Emet, este estado de plenitud espiritual, puedo y debo pues vivir en este Tzedek, en esta verdad que es el espejo del Emet, es decir el reflejo del mundo invisible en el mundo visible. En los otros libros del Antiguo Testamento, (según la subdivisión judía, en los libros de Neviim = Profetas y K' tuvim = Escritos) que se trate de los libros proféticos, de los Salmos o de los Proverbios, es la palabra Tzedek que siempre desempeña el papel de la verdad y de la justicia. Esto es muy natural, ya que el pueblo de Israel y por su medio la humanidad entera recibió la Verdad allí, sobre el monte Sinai. ¡Encontró el Emet, Él que le dio el Tzedek para que viva por conocimiento de la Ley y de la Verdad y para que después de haberlos conocido, también le cumpla y le ponga en uso! En todos los libros del Antiguo Testamento, Israel, como pueblo pero también todos los individuos deben volverse Tzedekim. Pues podemos observar que este Tzedek, esta verdad sin los actos sólo es parcial e incompleto. Será funcional sólo cuando el hombre aprenderá a vivirla. Sin embargo, esto es sólo posible por la práctica y por el respeto de la Ley. La Biblia a menudo utiliza el término Tzedek con la palabra mishpat que quiere decir juicio. La verdad de Dios aparece aquí como juicio, el juicio del pecado, de la insumisión y de la ilegalidad, confrontando así la Verdad Absoluta a la Mentira absoluta, la Vida a la muerte, la Luz a las tinieblas. Y en estos casos, la verdad o la justicia es el juicio del Mal, el juicio de Satanás. Emuna
La palabra aparece por la mayoría de las veces para definir la fe y la fidelidad. Se trata de esta forma de verdad que es el reflejo del Emet y del Tzedek sobre el hombre. Se trata de la verdad de Dios que se manifiesta a través de nosotros y que tiene un doble sentido. De una parte, lo que viene de Dios y que testimonia su fidelidad hacia nosotros y por otra parte, lo que emana de nosotros y que confirma Su Emet y Su Tzedek. En resumen, el testimonio de nuestra fe en Él. Generalmente aparece en un contexto donde Dios juzga por amor y por su gracia. Al contrario de Tzedek, esto no juzga el pecado ni la violación de la Ley, sino los Tzaddikim (los verdaderos), sacándoles de la desgracia y haciéndoles sentir Su presencia, Su fidelidad y Su amor hacia ellos. La verdad de Dios es aquí más bien el testimonio y la confirmación de los que Le son fieles. Por ejemplo, cuando leemos en los Salmos de David a propósito de la fidelidad de Dios hacia los suyos, es de esta verdad que habla, de esta Emuna. Entonces, cuando los profetas le piden a Dios reconfortar Su pueblo por Su verdad, es también Emuna que es mencionado. ¡Y si miramos estas tres formas de la verdad, qué al fondo es una sola y única verdad, podemos ver que no se trata de nada más que de la Santa Trinidad!- el Eterno, el Emet, el Dios de la Existencia, la Verdad Absoluta que es impalpable, espiritual e impenetrable. Él es el pasado, el presente y el futuro. Es Él que el ojo nunca vio, que la oreja nunca oyó, que no ha subido en corazón de hombre y delante de quien ningún mortal es digno de presentarse. Él es cuyo nombre es Santo. Es el indecible.
- Yeshua HaMasíaj es el Tzedek que fue enviado a este mundo por el Eterno para que por su medio se revela a nosotros como Emet. Nos envió el Tzedek, la Verdad, El que nos reajusta, nos rectifica, nos justifica para que pudiéramos marchar por Su verdad y vivir así como Tzaddikim nosotros también. Él es el Tzedek que va de par con el mishpat (el juicio) porque es a través de Yeshua que todos los pecados y las ilegitimidades que me alejan de Dios son descubiertos. Es el Tzedek que es también la Salvación, la Victoria sobre Satanás y sobre la muerte. - el Espíritu Santo es Emuna, ya que Él es quien lleva el consolación desde el Padre. Es Él quien nos conduce durante nuestra vida de discípulo y a través del cuál cada día sentimos la presencia de Dios. Es por Emuna que hacemos el testimonio de Dios y de su amor. Ley y justicia (verdad) Estos dos términos son también inseparables y se completan uno al otro. Es interesante ver hasta qué punto la trinidad aparece también al nivel de la Ley. El hebreo también utiliza varias palabras para Ley y podemos afirmar la misma cosa que en el casó de la definición de justo/verdad: estas expresiones no son tampoco unos sinónimos. Tienen un significado cada vez diferente. ¡Miremos los también un poco de más cerca!Torah – תורה :
Significados: doctrina, enseñanza, educación-instrucción, ley, orden Hucca – חוקה :
Significados: ley, decreto, orden, modo de vida, costumbre, linde/limite Mitzva – מיצבה :
Significados: mandamientos divinos, cada unos de los mandamientos-leyes, orden, dar como misión… Aquí también podemos observar que, aunque los tres significados contienen la palabra Ley, los significados ulteriores les otorgan a pesar de todo sentidos aún diferentes. Torah :
Para los judíos, este término define los 5 libros de Moisés, los cinco libros del pentateuco. Esta enseñanza que Dios dio al pueblo de Israel sobre el monte de Sinai. Aparece como nombre genérico y quiere decir Enseñanza en sí. Esta enseñanza en cuanto a ella educa y ordena. Hucca :
Aquí, la ley ya aparece como orden. En otros términos, todo lo que ha sido escrito debe ocurrir, avivarse y cumplirse. El hucca muestra y explica el significado de una ley dada, cómo vivirla y respetarla. Mitzva :
Se trata aquí del momento cuando la ley escrita se vuelve actos; cuando la ley se transforma en mando: ¡Haz lo! ¿Que relación hay aquí con la triple esencia de la palabra justicia - verdad? ¡ La Santa Trinidad!
Ya que la Ley, la enseñanza es el Eterno sí mismo. Hucca es la orden que me da explicaciones concretas con para comprender la Enseñanza, Yeshua HaMasíaj. Porque es por Yeshua que soy capaz de ser en contacto con el Padre; es Él que cumplió la ley, la Torah y Él es que me hace comprender todo lo que me era vago hasta ahí. A lo largo del proceso de la santificación, Él es quién me descubre mis propios límites y pone el orden en espíritu en mi alma y espíritu, en mis pensamientos, mis sentimientos y en mi cuerpo. Él es quién da vida a la Torah en mí.
Mitzva por su parte no es otro que el Espíritu Santo por la conducta del cual, todo este proceso se concreta y se hace testimonio también en el mundo visible. Una vida que testimonia de Dios no es otra que la mitzva vivida cada día así como la conducta constante del Espíritu Santo, cuando la letra no sólo se aviva en mí, sino que también pasa al acto por mi vida. Podemos declarar desde aquí que la ley y la verdad no son otras que la Santa Trinidad que es sólo Uno, pero cada parte tiene propiedades y un trabajo diferentes. El Eterno que es la Existencia Absoluta, el Emet, es la Enseñanza que rige este mundo. Es Él quien nos dio a Yeshua HaMasíaj, el Tzedek y el Hucca para que comprendamos y verdaderamente viviéramos la Torah de Dios y su Emet. En una palabra: su ley y su verdad. Y el Santo Espíritu, el Emuna, el Mitzva que hace visible toda cosa en nosotros a los ojos de nuestro prójimo y del mundo. Verdad y justicia en el Nuevo Testamento: Es interesante observar cómo aparecen estos términos en el Nuevo Testamento. Si examinamos los Evangelios, Mateo, Marcos y Lucas siempre utilizan a Tzedek. Cuando leemos las enseñanzas, las curaciones, los milagros, la muerte y la resurrección de Yeshua y cuando en el texto se hace mención de la verdad o de la justicia, es cada vez la palabra Tzedek que es empleada. Sin embargo, en el Evangelio según Juan, la situación es muy diferente. Aquí, jamás encontramos la palabra Tzedek. Él, cuando habla de la verdad y de la justicia, utiliza siempre Emet. Y aquí, debemos pararnos y pensar un momento otra vez para preguntarnos:
¿Por qué? Los tres primeros Evangelios nos presentan a Yeshua principalmente como Tzaddik para poner el énfasis en el hecho de que durante su vida terrestre, fue enviado por Dios al mundo para juzgar y librar el pueblo de Israel así como la humanidad entera de sus pecados. Y qué, por eso, es a través de Él que la gente puede conocer a Dios, al Emet. Yeshua es El Tzaddik, el que lleva la Salvación, es Él quien venció la Mentira por su Verdad y la Muerte por su Vida. Sin embargo Juan no escribe más en el mismo estilo que los otros Evangelios cuando habla de Yeshua. Para él, no es demostrar el carácter de Tzaddik de Yeshua que es importante sino presentarlo más bien como Emet, como Rey Masía que es igual al Eterno, que hace sólo Uno con la Verdad Absoluta, con el Dios de la Existencia. Juan no habla más del Salvador sino del Rey quién es idéntico al Emet. Habla de Lo que era desde tiempos inmemoriales y que siempre será uno con Él. Para Juan, no es más la persona del Salvador que es esencial sino la del Rey Ungido, lo que reina. En Juan, el tiempo se para y hablamos allí de este estado espiritual original, de esta dimensión espiritual que también nos espera al final de nuestro paso en la tierra. Si miramos la continuación del Nuevo Testamento, desde los Hechos y a través de las epístolas, ni Pablo ni Pedro ni Juan ni Santiago no utilizan más la palabra Emet para definir a Yeshua, pero hablan de nuevo de Tzaddik. Emet es utilizado para designar a Yeshua solamente en el Evangelio de Juan. Pues, la razón está clara, ¿pero por qué? Juan empieza su Evangelio con estas palabras: « el Verbo es hizo carne ». ¡Es decir que el Emet se hizo Tzedek! Dios sí mismo se dio al mundo en Yeshua, dio el Emet como Tzedek para que por el Espíritu Santo, por el Emuna, Lo reconozcamos. Para reconocer el Único en esta Trinidad. ¡De esa manera, no era necesario más tarde demostrar que la Trinidad es Una, que la Santa Trinidad es indivisible en los Hechos ni en alguna epístola! Ya que los discípulos lo comprendían, por qué vivían en esta Santa Trinidad de día en día. El Reino de Dios y su funcionamiento no eran más una pregunta para ellos. La prueba ya había sido hecha que Yeshua era el Mesías y que el Emet es uno con el Tzedek. Qué se trate de Pablo u otros autores de epístolas, los términos verdad y justicia vuelven de nuevo alternando, unas veces Tzedek otras veces Emet, pero siempre seguidos y completados por Emuna. En una palabra, el Eterno y Yeshua aparecen sucesivamente, pero cada vez acompañados por el Espíritu Santo. La palabra Emet es generalmente utilizada cuando hablamos de creación, de nueva criatura, de nacimiento o de nacimiento de nuevo. Tzedek en cuanto a él, designa la purificación, la redención. Mientras que Emuna, el Espíritu Santo siempre está presente cuando mencionan la una o la otra expresión. ¿Pues, que es la verdad?Pudimos ver que la trinidad de las palabras Emet - Tzedek - Emuna aparece alternativamente a lo largo de la Biblia. Sin embargo, este breve esbozo de la tema sería demasiado corto para analizar todos los versos de las Escrituras Santas que son portadores de más mensajes si se conoce el fondo de estas expresiones, disolviendo así las faltas de las diferentes traducciones o simplemente los malentendidos que provienen de la falta de conocimiento del pensamiento judío de parte de los traductores. Qué esta enseñanza sea una introducción a nuestras lecturas ulteriores de los versos de la Biblia en los cuales el desconocimiento o la mala utilización de las palabras ley, verdad, justicia y justificación puede engendrar muchos conflictos. Pueda este escrito ser una introducción también con vistas a reconocer siempre y encontrar la vía justa y la verdad en los laberintos de nuestra vida diaria, para que Emuna, el Santo Espíritu siempre esté presente con nosotros, Él que nos fortifica en nuestros pasos y que nos hace sentir la presencia y la fidelidad de Dios hacia nosotros. Qué Tzedek también sea siempre allí: Yeshua HaMasíaj que por Su Vida anima la Verdad y la Justicia en nosotros y lo pone en práctica y que, cada día nos lleva más cerca del Padre, del Emet, del Dios Eterno… 2008-09-05

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