miércoles, 14 de octubre de 2009

sinjat torah, la alegria de la torah

Simjat Torá

Simjat Torá significa “alegría de la Torá”, ale­gría fundamentada en un nuevo ciclo de la lec­tura de la Torá que es leída cada sábado du­ran­te el año. En Israel, Simjat Torá se festeja el oc­tavo día (Sheminí Atzeret); tanto en Israel co­mo en los países de la Diáspora, se baila con la To­rá en la noche y en la mañana.

Después del rezo de Maariv se extraen to­dos los rollos de la Torá, los cuales son entrega­dos a cada uno de los asistentes, y se hacen siete Ha­kafot (vueltas) alrededor de la Sinagoga. El Ja­zan precede la procesión seguido por todos aque­llos que llevan en las manos un Sefer Torá; mien­tras marchan, el Jazan recita y canta versículos que son re­petidos por toda la congregación con gran alegría.

Al finalizar las siete Hakafot, se vuelven los rollos de la To­rá al Aron Hakodesh (arca sagrada), dejando uno afuera, y lee­re­mos la porción Vezot Habrajá (y ésta es la bendición), que es la última porción de los cinco libros de Moshé.

En la oración de Shajarit (de la mañana), después de Shmo­na Esre (Amida), se extraen nuevamente los rollos de la To­rá, se hará nuevamente la ceremonia de las siete vueltas y al fi­nalizar se repite la lectura de Vezot Habrajá hasta Yeona una y otra vez, hasta que todos los asistentes hayan tenido la opor­tu­nidad de subir a la Torá y pronunciar las bendiciones co­rres­pon­dientes. También los niños menores de trece años subirán a la Torá en este día de alegría y regocijo para toda la comu­ni­dad. Todos los niños serán cubiertos por un Talit, mientras un mayor recita las bendiciones. Al terminar, se dice: “Hama­laj Hagoel” (el ángel que me redimió).

La persona encargada de terminar la lectura de la Torá es lla­mada Jatan Torá (el prometido de la Torá). Jatan Breshit es quien da comienzo, en el segundo libro, a la lectura que habrá de terminar el año entrante. En el tercer libro se leerá el Maf­tir (los sacrificios del día).

Todo el orden del servicio del mes de Tishrei está insi­nua­do en el versículo del Shir Hasherem (Cantar de los cantares) del rey Salomón. “Llévame tras de ti. ¡Corramos! ¡Me ha in­tro­ducido el rey dentro de sus recámaras! Nos alegraremos y nos regocijaremos en ti” (1:4). Nuestro ruego principal a Ha­Shem en los días reverenciales y los días de arrepentimiento es: “Llévame tras de ti”. En la festividad de Sucot: “A su som­bra quise y habite (se refiere a la Sucá)” (Misdrash Raba).

“Nos alegraremos y regocijaremos en ti”. En hebreo, “baj” es­tá compuesta por dos letras “bet” y “ jaf”, que juntas tienen el valor numérico de veintidós, refiriéndose a las veintidós le­tras de la Torá. Preguntan los sabios: ¿Por qué detalla y acen­túa el versículo las veintidós letras? Para enseñarnos que cada le­tra de la Torá trae la alegría, porque no es invalorable la im­por­tancia de la Torá al estudiar poco o mucho, y cada infor­ma­ción o conocimientos adquiridos es, en sí, un precioso te­so­ro.

¿Desde cuándo festejamos Simjat Torá? ¿Dónde encontra­mos la primera fuente que nos habla sobre esta festividad? La res­puesta la encontramos en el libro del Zohar, en Pinjas. “Y acos­tumbra Israel a fijar un día de regocijo, el cual recibe el nom­bre de Simjat Torá, cuando se coloca el rollo de la Torá, la corona de HaShem”.

El Zohar nos da a entender que la alegría reina en las altu­ras, y nosotros, los seres humanos, participamos en la alegría de HaShem. En el Tratado de Meguilá 31, Simjat Torá está men­cionado en unas cuantas palabras. Y hoy que se festejan dos días (en la Diáspora), se leerá Zot-Haberajá en la sección fi­nal de la Torá en el segundo día, pero no se le llama Simjat To­rá.

Los Geonim (Sabios), siglo IX-X e.c., y los Baalei Hatosa­fot, siglos XI-XII, mencionan la festividad de Simjat Torá. El li­bro de Or-Zaruá cita a Rabí Amram Gaón: se acostumbra a ha­cer un día de fiesta llamado Simjat Torá, bañándose en Mis­drash, Shir Hashirim: “E hizo una fiesta, dijo Rabí Eleazar”. De acá aprendemos que se fija un banquete al finalizar la To­rá.

En Simjat Torá completamos la lectura de los cinco libros de la Torá. Al terminar el último versículo, comenzamos a leer nue­vamente Bereshit (el primer libro de la Torá). Leemos la To­rá en un continuo círculo, porque el círculo es símbolo de la eternidad, como el Uno, único y singular que nos entregó la Torá, es eterno.

El círculo simboliza eternidad: comienza en ningún lugar y finaliza en ningún lugar. El círculo es símbolo de igualdad. Ca­da punto del círculo tiene una misma distancia del centro. Hay una antigua tradición judía que consiste en danzar por ho­­ras alrededor de la tarima en Simjat Torá, día en el cual com­pletamos el círculo anual de la lectura de la Torá. El baile en círculo simboliza la eternidad de la Torá y a su autor.

Los cabalistas nos dicen que en el mundo venidero, los jus­tos harán un círculo alrededor de HaShem y bailarán al­re­de­dor de él, como lo hacen alrededor de la tarima en Simjat To­rá.

¿Quiénes participan en esa danza? Judíos de todas partes del mundo, sin distinción de color de piel, y todas las capas so­ciales, asquenazíes y sefardíes. Todos se darán cuenta de que al danzar en círculo y estar a ciento ochenta grados de distan­cia uno del otro, estarán todos sin excepción a la misma dis­tan­cia del centro de HaShem bendito.

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