Simjat Torá significa “alegría de la Torá”, alegría fundamentada en un nuevo ciclo de la lectura de la Torá que es leída cada sábado durante el año. En Israel, Simjat Torá se festeja el octavo día (Sheminí Atzeret); tanto en Israel como en los países de la Diáspora, se baila con la Torá en la noche y en la mañana.
Después del rezo de Maariv se extraen todos los rollos de la Torá, los cuales son entregados a cada uno de los asistentes, y se hacen siete Hakafot (vueltas) alrededor de la Sinagoga. El Jazan precede la procesión seguido por todos aquellos que llevan en las manos un Sefer Torá; mientras marchan, el Jazan recita y canta versículos que son repetidos por toda la congregación con gran alegría.
Al finalizar las siete Hakafot, se vuelven los rollos de la Torá al Aron Hakodesh (arca sagrada), dejando uno afuera, y leeremos la porción Vezot Habrajá (y ésta es la bendición), que es la última porción de los cinco libros de Moshé.
En la oración de Shajarit (de la mañana), después de Shmona Esre (Amida), se extraen nuevamente los rollos de la Torá, se hará nuevamente la ceremonia de las siete vueltas y al finalizar se repite la lectura de Vezot Habrajá hasta Yeona una y otra vez, hasta que todos los asistentes hayan tenido la oportunidad de subir a la Torá y pronunciar las bendiciones correspondientes. También los niños menores de trece años subirán a la Torá en este día de alegría y regocijo para toda la comunidad. Todos los niños serán cubiertos por un Talit, mientras un mayor recita las bendiciones. Al terminar, se dice: “Hamalaj Hagoel” (el ángel que me redimió).
La persona encargada de terminar la lectura de la Torá es llamada Jatan Torá (el prometido de la Torá). Jatan Breshit es quien da comienzo, en el segundo libro, a la lectura que habrá de terminar el año entrante. En el tercer libro se leerá el Maftir (los sacrificios del día).
Todo el orden del servicio del mes de Tishrei está insinuado en el versículo del Shir Hasherem (Cantar de los cantares) del rey Salomón. “Llévame tras de ti. ¡Corramos! ¡Me ha introducido el rey dentro de sus recámaras! Nos alegraremos y nos regocijaremos en ti” (1:4). Nuestro ruego principal a HaShem en los días reverenciales y los días de arrepentimiento es: “Llévame tras de ti”. En la festividad de Sucot: “A su sombra quise y habite (se refiere a la Sucá)” (Misdrash Raba).
“Nos alegraremos y regocijaremos en ti”. En hebreo, “baj” está compuesta por dos letras “bet” y “ jaf”, que juntas tienen el valor numérico de veintidós, refiriéndose a las veintidós letras de la Torá. Preguntan los sabios: ¿Por qué detalla y acentúa el versículo las veintidós letras? Para enseñarnos que cada letra de la Torá trae la alegría, porque no es invalorable la importancia de la Torá al estudiar poco o mucho, y cada información o conocimientos adquiridos es, en sí, un precioso tesoro.
¿Desde cuándo festejamos Simjat Torá? ¿Dónde encontramos la primera fuente que nos habla sobre esta festividad? La respuesta la encontramos en el libro del Zohar, en Pinjas. “Y acostumbra Israel a fijar un día de regocijo, el cual recibe el nombre de Simjat Torá, cuando se coloca el rollo de la Torá, la corona de HaShem”.
El Zohar nos da a entender que la alegría reina en las alturas, y nosotros, los seres humanos, participamos en la alegría de HaShem. En el Tratado de Meguilá 31, Simjat Torá está mencionado en unas cuantas palabras. Y hoy que se festejan dos días (en la Diáspora), se leerá Zot-Haberajá en la sección final de la Torá en el segundo día, pero no se le llama Simjat Torá.
Los Geonim (Sabios), siglo IX-X e.c., y los Baalei Hatosafot, siglos XI-XII, mencionan la festividad de Simjat Torá. El libro de Or-Zaruá cita a Rabí Amram Gaón: se acostumbra a hacer un día de fiesta llamado Simjat Torá, bañándose en Misdrash, Shir Hashirim: “E hizo una fiesta, dijo Rabí Eleazar”. De acá aprendemos que se fija un banquete al finalizar la Torá.
En Simjat Torá completamos la lectura de los cinco libros de la Torá. Al terminar el último versículo, comenzamos a leer nuevamente Bereshit (el primer libro de la Torá). Leemos la Torá en un continuo círculo, porque el círculo es símbolo de la eternidad, como el Uno, único y singular que nos entregó la Torá, es eterno.
El círculo simboliza eternidad: comienza en ningún lugar y finaliza en ningún lugar. El círculo es símbolo de igualdad. Cada punto del círculo tiene una misma distancia del centro. Hay una antigua tradición judía que consiste en danzar por horas alrededor de la tarima en Simjat Torá, día en el cual completamos el círculo anual de la lectura de la Torá. El baile en círculo simboliza la eternidad de la Torá y a su autor.
Los cabalistas nos dicen que en el mundo venidero, los justos harán un círculo alrededor de HaShem y bailarán alrededor de él, como lo hacen alrededor de la tarima en Simjat Torá.
¿Quiénes participan en esa danza? Judíos de todas partes del mundo, sin distinción de color de piel, y todas las capas sociales, asquenazíes y sefardíes. Todos se darán cuenta de que al danzar en círculo y estar a ciento ochenta grados de distancia uno del otro, estarán todos sin excepción a la misma distancia del centro de HaShem bendito.
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